miércoles, 13 de agosto de 2008

NUESTRO ENCUENTRO

En un día de sol
Mis pasos iban sin rumbo
en un día de luz
un caudal no podía detener su flujo
Repentinamente
Mi corazón dio un vuelco
Por que una voz de trueno
Llenaba el ambiente.
Era una voz profunda
Una voz profunda y hermosa
que me hizo recordar
que la belleza aún existía
Que el amor aún vivía.
Después de aquel hermoso encuentro
Algo en mí se abrió
Algo como el caudal
De un gran río
Algo como un manantial
De cauce inacabado.
Aquel grandioso caudal
Obligó a mis pies a caminar
Para muchas ideas crear
Y, sin yo saberlo,
Para eternamente amar.
El tiempo pasó
Y aquella voz
En un alma se convirtió
En corazón y sentimientos
En un ser cuya belleza
Cualquier corazón traspasa,
Conmueve y llena de ternura.

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