martes, 21 de abril de 2009

NICO SENTADO EN SU NUEVA CAMITA

Acá el nico esta sentado y cada vez más firme, todavia le falta ya que tambalea un poco, logra mantenerse sentado 5 a 6 minutos despues de ese periodo empieza a tirarse hacia atrás, lo que para él es como un juego porque se empieza a reir a carcajada.

2 comentarios:

Jorge Alfredo y Ana María dijo...

TANTAS COSAS QUE HACE, PARECE INCREIBLE, LE ENCUENTRO BASTANTE MOVILIDAD Y HABILIDAD. ADEMAS LE ATRAE ESE JUGUETE Y LE BUSCA FUNCIONES.
QUE MARAVILLA, QUE SIGA ASI Y CON MUCHAS MAS SORPRESAS.
BESITOS
CONITA Y MAMA

PAOLA dijo...

Era una vez un granjero que gustaba de cuidar a las aves, subir a la montaña y contemplar el vuelo de las águilas.
Un día, encontró el huevo de un águila. No podía abandonarlo, pues existía el riesgo de que se lo comieran los otros animales. Casi corriendo, llevó el huevo al corral de su granja.

Una mañana, al salir el sol, nació un lindo aguilucho con todas las facultades para volar alto, dominar las alturas, los vientos y las tormentas. Sorprendidas, las aves veían que el aguilucho era diferente, tenía las alas bañadas de luz, algunas consideraron que estaba deforme, otras que alguien se las había pintado y pocas pensaron que era un don o una cualidad que lo hacía especial, misterioso y hasta mágico. Y el aguilucho con alas de luz empezó a crecer.

Una noche abrió sus enormes alas y para su sorpresa vio su figura reflejada en un charco de agua. Se dio cuenta de que era diferente. Esa noche comprendió que no era igual a las otras aves del corral. Él quería pensar, jugar, soñar en ser grande, vivir alegre y volar hasta el otro lado de la montaña.

El granjero lo miró a los ojos, lo tomó ente sus manos y lo arrojó lentamente al aire diciéndole:

-¡Águila, vuela! ¡Vuela, águila!

El aguilucho, que había volado muy poco, aún tenía tiesas y torpes sus alas, intentó volar pero cayó al suelo pesadamente.

El granjero, con amor, le dijo:

-Intento decirte que ¡tú eres un águila! Naciste con cualidades únicas que hacen que seas valiosa, y además ¡el Creador te dio una misión importante que hacer! Mientras vivas.

-¡Sí! -, naciste con facultades que permiten que vueles hasta las grandes montañas. ¡Tu corazón está lleno de amor y de voluntad! El ambiente en el que naciste no es donde nacen las águilas. ¡Tú no eres una ave de corral!

Esa noche, el aguilucho subió al techo del corral. Cerró sus ojos y se vio volando, encima de las montañas. Gozaba de las alturas, el viento y sus alas se deslizaban ligeras.

Entonces se dio cuenta que solamente volando alto conocería más el mundo y descubriría que siempre hay nuevas montañas por conquistar.

El aguilucho intentó volar hacia la montaña más alta y lo volvió a intentar varias veces. Cuando salió el sol, se veía cansado, pero seguía en su intento de volar. Cuando estaba a punto de darse por vencido por el cansancio y los golpes, escuchó a su voz interior que con firmeza le dijo:

"¡Águila, inténtalo! Tú puedes llegar a la cima de la montaña".

-No sabrás qué tan alto puedes volar hasta que uses tus alas. Cuando aprendas a gozar de tu vuelo, y entrenar tus alas, tendrás la fuerza para luchar contra los vientos y las corrientes en lo alto de las montañas."

HAY MUCHOS QUE PIERDEN SU LIBERTAD, QUE NO SON FELICES CON LO QUE TIENEN, SE VUELVEN FLOJOS, EGOISTAS, VIVEN ENOJADOS Y SE PREOCUPAN DE LAS COSAS MATERIALES MAS QUE DE SER ELLOS MISMOS, SE OLVIDAN QUE CADA DÍA ES UNA OPORTUNIDAD PARA CRECER Y SER FELIZ.

NUNCA DEJES DE LUCHAR Y LLEGARÁS A LAS MONTAÑAS QUE DESEES.